Jueves, 07 Diciembre 2017
Santo Domingo. – Sin un ápice de rubor, aprovechamos la oportunidad para hacerles la advertencia de que no somos conferencistas ni charlistas. Quisiéramos poseer el poder de oratoria de Marco Tulio Cicerón, escritor, político, filósofo y orador romano, autor de los catorce discursos que forman las Filípicas, quien con su extraordinaria capacidad de convencimiento logró que se absolviera a quienes asesinaron a Julio César, el 15 de marzo del año 44 antes de Cristo, y quien, con su léxico, dialéctica y retórica, cautivaba a los presentes, convirtiéndose en el amo del escenario. Antes de proceder a narrar la historia del origen e incorporación en el país de la figura del Defensor del Pueblo, os queremos resaltar que un verdadero defensor nace con la marcada vocación de servicio, pasión, y más que nada entrega a la defensa de sus semejantes, especialmente de los excluidos.
A lo largo de la historia en el mundo han existido millares y millares de hombres y mujeres que ofrendaron su vida para que prevaleciera el respeto a los derechos humanos, los que siglos después se consagraron en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (París, 1948).
Os agradecemos que juntos nos remontemos al año 1511, cuando FRAY ANTÓN DE MONTESINOS pronunció el memorable Sermón de Adviento, y a BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, quien posteriormente abrazó esta humanística causa. Traemos a nuestra memoria al bravío e indómito CACIQUE ENRIQUILLO, que fue el primero en desafiar la opresión española y escalar las agrestes montañas de Bahoruco, refugiándose allí.
En República Dominicana desde siempre, ha existido una cantera inagotable de ciudadanos, ciudadanas, impregnados de espíritu rebelde ante las injusticias que han reclamado y reclaman con vehemencia el respeto a las libertades públicas. Muchos de ellos en fiera lucha abonaron con su sangre esta hermosa tierra que nos legaron Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, María Trinidad Sánchez, entre otros próceres y heroínas.
Por mencionar algunos dominicanos- as haremos referencia a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, así como a Rufino de la Cruz, quien el día de aquel horrendo crimen, 25 de noviembre de 1960, por azares de la vida, conducía el vehículo que las trasladaba a su destino.
Recordamos también a Yolanda Guzmán, el periodista Luis Reyes Acosta y rindo igualmente honor a mis profesores de la antigua Escuela de Peritos Contadores, el Lic. Víctor Estrella Liz y el Dr. Roberto Duvergé Mejía.
Al sindicalista MAURICIO BÁEZ, presidente de la Federación de Trabajadores de la Caña. Además, es oportuno traer a la memoria los asesinatos de los doctores (médicos) Víctor Manuel Tejada Florentino y Miguel Álvarez Fadul, así como de José Messon, estos dos últimos torturados en la silla eléctrica de la funesta cárcel La 40, posteriormente, reiteramos, asesinados; así como de Florinda Soriano Muñoz -conocida popularmente como MAMÁ TINGÓ.
Juntos evoquemos a defensores innatos a nivel mundial, de la categoría de MAHATMA GANDHI, quien instauró métodos de lucha social novedosos, como la huelga de hambre, a MARTIN LUTHER KING, defensor de los Derechos Civiles y quien acuñó el término “Segregación Racial”; NELSON MANDELA, uno de los símbolos de respeto a los derechos humanos más reconocidos de la época, cuya dedicación a las libertades públicas ha inspirado a los defensores de los derechos humanos a lo largo del mundo, y finalmente MALALA YOUSAFZAI quien, en el año 2014, con apenas 17 años, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, por su lucha en contra de la opresión infantil y a favor del derecho de todos los niños/as a la educación.
Luego del recuento pasamos a exponerles la génesis de la figura del Defensor del Pueblo en República Dominicana.
En 1809, en Suecia, durante el período del Rey Carlos XIII, en el Parlamento Sueco se originó una figura a la cual se le dio el nombre de OMBUDSMAN -que significa el que aboga por otro- con la finalidad de enfrentar, frenar o controlar la gran cantidad de abusos que instituciones, funcionarios o personas de alto estatus cometían contra ciudadanos indefensos.
Esta figura de inmediato hizo eco, traspasó fronteras y fue adoptada por otros países que estaban en las mismas condiciones -abuso de los más fuertes contra los más indefensos.
En nuestro país, el suyo, el mío, el de todos los dominicanos, la figura del Defensor del Pueblo se incorporó al ordenamiento jurídico mediante la Ley No. 19-01, de fecha 1ro. de febrero de 2001, modificada por la Ley No.367, del 23 de diciembre de 2009.
En la reforma a nuestra Carta Magna de enero de 2010, se le dio rango constitucional, mediante los Artículos 80, Numeral 5; 83, Numeral 3, 116, 190,191 y 192 y otras leyes adjetivas.
Asumimos el compromiso de enfrentar la difícil tarea de crear la figura del Defensor del Pueblo, ajustada a lo que señala la Constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tomando en consideración que todos los derechos fundamentales son Derechos Humanos, pero no todos los Derechos humanos son fundamentales. Es preciso resaltar que el Defensor del Pueblo de nuestro país nació 20 grados bajo cero, sin referente, luchando hasta crear una institución que no tiene nada que envidiar a Secretarías o Ministerios, en cuanto a organigrama, funciones y deberes departamentales o desarrollo organizacional.
Además del arduo trabajo para formar la figura del Defensor del Pueblo como tal y darle vida, se ha tenido que hacer frente al desborde de quejas de ciudadanos de todas las clases sociales, especialmente de la más vulnerable, que entendieron que la institución está creada para resolver todo tipo de problemas. Desconocían que la institución solamente tiene bajo su responsabilidad promover y contribuir a tutelar los Derechos Humanos, fundamentales, medioambientales, así como los derechos colectivos y difusos, frente a violaciones de funcionarios públicos, órganos del Estado y prestadoras de servicios públicos, y que su intervención es de manera neutral.
Además, desconocían lo que establece el Art.18, literal A, que reza así: “El Defensor del Pueblo se abstendrá de actuar en los siguientes casos: a) Si la ley prevé sanción para reparar el agravio que dio origen a la queja…” Un ejemplo de que se debe reclamar es el que de manera personal formuló quien os habla por escrito a una compañía prestadora de servicio público y al mismo tiempo al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), sobre violaciones a nuestro contrato y cargos adicionales que nos hicieron.
La respuesta de esa institución es un primor y mayor aún, nuestra reclamación dio origen a la resolución No. 062-17 que beneficia a todos los usuarios. La misma en su Art. 6, párrafo I, establece: “Los usuarios de servicios públicos de telecomunicaciones tienen derecho a no pagar facturas por servicios no solicitados de manera expresa, verbal, escrita o mediante la ejecución de medios electrónicos de aceptación que validen el consentimiento del usuario titular para tales fines”.
En sus inicios, el organismo denominado Defensor del Pueblo luchó con vehemencia para que se reubicase a los desalojados (53 familias de la calle Dr. Delgado. El esfuerzo valió la pena. El señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez, ordenó se les construyese el proyecto habitacional Jardines del Gautier, en terrenos del antiguo Batey Gautier, entre Boca Chica y San Pedro de Macorís.
De igual forma se logró, a través del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) y la Oficina para el Reordenamiento del Transporte, la entrega de 3 2apartamentos a desalojados del Sector la Zurza por la OPRET para dar paso así a la avenida Perimetral o del Río. Al momento faltan 97 familias de ese sector por ubicar, para cumplir con lo que establece el Art 59 de nuestra Carta Sustantiva sobre el derecho a la vivienda.
Otra meta materializada fue lograr sensibilizar al señor Presidente de la República y a las autoridades correspondientes para que a las trabajadoras domésticas y a las personas envejecientes se les otorgase el seguro médico subsidiado de SENASA, el cual les corresponde, de acuerdo al Art.
6 de la Constitución: “Toda persona tiene derecho a la salud integral”. De esta manera se contribuye a que los envejecientes vivan y mueran con dignidad.
Además, el Defensor del Pueblo se empleó a fondo, solicitándole al Presidente de la Republica, al Ministerio de Educación, al Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología y a la Asociación de Profesores, para que en las escuelas y colegios se impartiese, desde temprana edad, las materias de derechos humanos/fundamentales, ya que sería una utopía pretender que el Defensor del Pueblo enseñase a los ciudadanos, generación tras generación, a conocer y ejercitar sus derechos.
Saludamos con beneplácito el decreto 310-16, de fecha 05 de noviembre de 2016, mediante el cual el honorable Presidente de la República dispuso la incorporación obligatoria de la enseñanza de la Constitución de la República en los centros educativos a nivel nacional, petición que con firmeza e insistencia también reclamaba el Presidente del Tribunal Constitucional, de que la Constitución estuviese en las escuelas.
Es aspiración del Defensor del Pueblo que el Ministerio de Educación agregue en el currículo educativo de las escuelas y colegios las materias de Moral y Cívica, y Medio Ambiente.
El Defensor del Pueblo se ha dirigido al Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales sobre la importancia de la siembra de árboles en las cuencas o parte alta de los ríos para tratar de recuperar, si se pudiese, el caudal que tenían y mantener o aumentar, aun sea mínimamente, los que van languideciendo por los abusos de extracción indiscriminada de materiales de construcción.
Se debe tener presente que muchos ríos, que en la superficie están o parecen secos, generalmente en la tercera y cuarta capa discurre agua, según los expertos.
El organismo ha estimulado al Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) a los fines realice un levantamiento en los pueblos, municipios, secciones y barrios a nivel nacional, donde nunca han contado con acueducto, (ejemplo, Fondo Negro, en Barahona) treinta y ocho años sin agua potable.
Sobre lo expuesto solicitamos al Presidente de la República la agilización de la construcción de la Presa de Monte Grande, en la empobrecida y olvidada región Sur, la cual irrigará cerca de 700 mil tareas, lo que permitirá que ciudadanos que trabajan la agricultura puedan sembrar y cosechar guineo, yautía, batata, yuca, chinola, uva y otros rubros agrícolas en esa lejana región, además del acceso al agua potable para sus habitantes.
En otro orden también motivamos, al Presidente de la República, anexar más vagones a la línea del Metro para que los usuarios lleguen temprano a su lugar de trabajo, recibiendo respuesta positiva a esta solicitud, a través de la comunicación N0.PR-IN-2017-17068.
De igual manera, el Defensor del Pueblo está envuelto en la tarea de lograr que sea llenado el país con canchas deportivas, especialmente en los lugares más empobrecidos, lo que permitirá que los jóvenes tengan donde canalizar sus energías, atendiendo al Art.65 de la Constitución de la República que señala: “Toda persona tiene derecho a la educación física, al deporte y la recreación”.
Es entendible que con esta medida bajará el consumo de drogas y por consiguiente, la delincuencia, ya que en vez de un joven tomar un motor para atracar, tomará una bola para jugar y/o ejercitarse. En este sentido nos hemos ofrecido, en lo personal, a construir las cinco primeras, si el Estado dona los terrenos.
El Defensor del Pueblo se ha esforzado sobremanera para que las cárceles del viejo modelo puedan integrarse al nuevo modelo, al considerar que esos recintos carcelarios antiguos son más que cárceles, un oprobio y una vergu¨enza a la dignidad.
Existen 22 cárceles tradicionales y otras de tránsito como la de San Luis, que es una ergástula.
Hoy exhibimos con gran satisfacción la publicación en la prensa nacional de la licitación para construir lo que será la sede principal del Defensor del Pueblo, en la ciudad Capital, ubicada en la Avenida 27 de Febrero #526, entre las avenidas Privada y Caonabo.
En cuanto a los desafíos que ha tenido desde su juramentación y tiene actualmente el Defensor del Pueblo, el más importante es ampliar la cobertura para dar a conocer su existencia y su función, recordando que desde la fundación de la república, en 1844, el pueblo ha confundido sus derechos, establecidos en la Constitución de la República, con las dádivas que recibe.
Los ciudadanos deben esforzarse por conocer sus derechos consagrados en la Carta Magna desde que nacen, por lo que reiteramos, DEBEN EMPODERARSE Y CON ESPÍRITU CÍVICO Y CIUDADANO, reclamarlos con firmeza, sin miedo, rompiendo el silencio. Deben conocer que su mejor aliada es, junto a la Constitución, la prensa, escrita, radial, televisiva y digital, verdaderos gladiadores en la defensa permanente de las libertades públicas, de los derechos humanos, fundamentales y medioambientales y el organismo denominado Defensor del Pueblo, creado para tutelar los mismos.