La propuesta de la Defensor del Pueblo en labios del Canciller.

Hace varias semanas escribí un artículo que titulé la Crucifixión de Doña Zoila. La motivación que tuve para escribir ese artículo la encontré en todas las críticas que cosechó una propuesta pública del Defensor del Pueblo.

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Lunes, 18 Junio 2018

Hace varias semanas escribí un artículo que titulé la Crucifixión de Doña Zoila. La motivación que tuve para escribir ese artículo la encontré en todas las críticas que cosechó una propuesta pública del Defensor del Pueblo.

Doña Zoila Martínez Guante, quien es en la actualidad la Defensor del Pueblo Dominicano y como titular de dicho órgano constitucional, propuso tras analizar las declaraciones de la titular del Ministerio de Salud Pública a la sazón la Dra.  Altagracia Guzmán Marcelino quien expresó: “indudablemente que las parturientas de Haití pasan por la frontera.

Hasta que Haití mejore el acceso a los servicios de salud, las mujeres haitianas cruzarán la frontera buscando salud”;  la construcción de tres hospitales en la frontera pero en la parte haitiana, para que las parturientas de esa nación puedan acudir a estos y de esta manera facilitarle las cosas a un país que a todas luces no puede hacer frente a esta demanda y como consecuencia  (agrego yo), “si se fríe pescado en casa del vecino el olor inunda mi casa”

La Defensor del Pueblo, pidió en dicho comunicado dos hospitales materno infantil y uno general, aunque también la oí con posterioridad hablar de un traumatológico, supongo que por las mismas causas.

Esa propuesta no iba dirigida al Estado Dominicano como receptor final, sino a los dominicanos pudientes, empresas nacionales, transnacionales radicas en el país, organismos de cooperación internacional, en fin, y estos es mío, a todos los empresarios dominicanos que hacen jugosos negocios con Haití, así como a las potencias padrinos y madrinas de ese país.

Hoy leemos con agrado que en la apertura del panel “La Política Exterior Dominicana hacia Haití” organizada por la Iniciativa Laredo, el señor canciller de la República Don Miguel Vargas Maldonado, anuncia que el Estado está gestionando patrocinadores para la construcción de cuatro hospitales en la frontera del lado haitiano.

Dicha gestión se hace con organismos internacionales y países como Francia, Canadá, Los Estados Unidos y la Unión Europea. ¡Qué bien…!, pero me entristece la “mezquindad de los méritos”. No vi que se diera crédito a la institución o la persona que generó esa propuesta.

No soy yo quien debe defender al Defensor, pero frente a tantos ataques recibidos, los voceros oficiales del Estado que la asumieron en este caso el Ministro de Relaciones Exteriores, debió hacer gala de cortesía y mencionar a un organismo que como el Defensor del Pueblo en medio de tantos obstáculos desde su creación, está despegando en una sociedad cargada de organismos “infuncionales”   por falta de voluntad de quienes lo dirigen, más que por cualquier otra carencia y donde muchos apuesta a inscribir esta institución en esa lista, ignorando adrede o no, los esfuerzos personales e institucionales de la titular y del organismo,  por cumplir a cabalidad el objeto de su creación

Lo cortés no quita lo valiente y la cortesía no toma vacaciones. Me imagino que fue un lapsus del señor ministro, pero que jamás estuvo en su intención el opacar los orígenes de esa iniciativa.

Doña Zoila, tal vez, no quiera reconocimiento por una iniciativa que sé salió de lo más profundo de su ser, pero el Defensor del Pueblo como institución, ha de mandar un mensaje al pueblo de que está en lo suyo y lo suyo es el interés de todos los dominicanos, que constituyen el Pueblo y a quien está llamado a defender. Lo que hace, y demuestra, con iniciativas como esta.

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