Miércoles, 11 Abril 2018
Para resolver un problema se debe analizar bajo criterios de racionalidad. Actuar emocionalmente es casi seguro que no logre la solución y podría ser hasta perjudicial para el que siga esa conducta.
Las relaciones con Haití y el problema de los haitianos en la República Dominicana hay que manejarlos con toda la racionalidad posible.
La Defensora del Pueblo ha hecho una propuesta racional: ayudemos a construir hospitales en Haití para que los haitianos no tengan que cruzar la frontera en procura de servicios de salud.
Y podemos también ayudar a instalar empresas del otro lado de la frontera, como ha probado exitosamente la familia Capellán de Santiago.
Todo lo que vaya en mejoría para Haití implicará menos migración hacia la República Dominicana y, a la larga, menos costos para nuestro país.
El manejo emotivo del tema solo favorece a algunos políticos que quieren pescar en río revuelto. Quien desee vivir en paz en el país tiene que propiciar fórmulas de solución viables y constructivas.
Veamos con racionalidad el problema.